A partir de mediados de marzo del 2020, los gobiernos de todo el mundo impusieron cuarentenas y prácticas de distanciamiento social como medidas sanitarias en respuesta a la propagación del COVID-19. Estas restricciones interrumpieron la educación de millones de estudiantes universitarios en todo el mundo y alteraron significativamente el funcionamiento de las universidades.
Las universidades cambiaron los métodos de enseñanza, incluyendo un rápido cambio hacia el aprendizaje en línea. Pero, ¿cuáles serán los efectos que ha traído consigo la pandemia por COVID-19 en la educación? Aquí te contamos.
Transición forzada
Durante la pandemia, las universidades tuvieron que coordinarse rápidamente con el personal administrativo, los profesores, los estudiantes y los equipos técnicos para transferir las clases en línea y completar el año académico. Esto requirió que el profesorado y los estudiantes dominaran rápidamente el uso de sistemas de gestión del aprendizaje (como Moodle, Blackboard, Brightspace, Google Education y otros) y de productos de software de comunicación para la enseñanza a distancia (como Zoom, Adobe Connect, Skype y Teams), por nombrar algunos.
Los estudiantes y el personal de universidades tuvieron que realizar importantes ajustes. Además de utilizar lo que para muchos eran medios y herramientas de enseñanza en línea desconocidos, también tuvieron que adaptarse a nuevos métodos de participación, interacción en el aula, prácticas de enseñanza y comunicación entre estudiantes y profesores.
Aulas Virtuales
En la mayoría de los casos, la transición no ha sido fácil. Los estudiantes han expresado a menudo su preferencia por prácticas de aprendizaje en el aula más convencionales.
Aunque el cambio de la enseñanza presencial a la enseñanza en línea ha sido un reto, las universidades también han encontrado varios beneficios en este método de enseñanza. El cambio al aprendizaje en línea ha demostrado la versatilidad y la capacidad de adaptación de todos los involucrados.
Además, ha hecho que las universidades sean conscientes del acceso de los estudiantes a dispositivos tecnológicos personales en el aprendizaje y de los diversos sistemas de gestión del aprendizaje en línea. El paso a la enseñanza en línea ha demostrado la conveniencia de la enseñanza a distancia e incluso ha convencido a algunos estudiantes para que se reintegren a los programas de estudio universitarios.
Nuevas formas de evaluación
Los nuevos formatos de evaluación de los estudiantes han supuesto un reto especial para los docentes y los mismos estudiantes. El paso de las evaluaciones y los exámenes finales a un formato virtual ha planteado, sin duda, los problemas más críticos de integridad académica entre los administradores, docentes y los alumnos.
Por un lado, muchos docentes no contaban con la preparación suficiente para la aplicación de los exámenes en línea. El formato de libro abierto y la falta de control por parte de los estudiantes allanó el camino para que se hicieran más trampas de lo habitual. Por otro lado, los estudiantes, especialmente los que tenían un acceso limitado a Internet, temían estar en desventaja en las evaluaciones en línea.
¿Cambios irreversibles?
Después de estos casi dos años, las universidades han podido revisar sus sistemas de contingencia. Al incorporar el aprendizaje en línea y a distancia como medidas de respuesta a la crisis, las universidades pueden normalizar esta alternativa anticipándose a futuras crisis.
En resumen, el COVID-19 ha cambiado el mundo, y el mundo académico no es una excepción. Ha cambiado profundamente la forma en que las personas interactúan entre sí, la forma en que trabajan y la forma en que aprenden. Las universidades se están dando cuenta de que, en última instancia, las prácticas de enseñanza nunca volverán por completo al modelo anterior.
