Es difícil pasar mucho tiempo en el hospital. En primer lugar, puede estar experimentando un problema de salud grave que le cause ansiedad, malestar o sufrimiento. También puedes echar de menos los alimentos, la ropa y otras necesidades familiares de tu hogar, así como la intimidad y, lo más importante, tu propia cama.
Lleva algo acogedor para que te sientas como en casa
Ten una almohada o una manta de tu habitación para usarla como ropa de cama cómoda. Traiga un par de calcetines o zapatillas cómodas, su pijama favorito o una bata caliente para darse un capricho.
Si tu dieta te lo permite, pide tu comida o tentempié preferido
Si piensas gestionar estudiando alguna maestría en administración de hospitales, te interesará mucho saber este y otros tips. Tu cuidador puede traer uno de tus manjares favoritos. Simplemente, asegúrate de consultar antes al médico.
Traiga sus propios artículos de aseo al hospital
Pida a su cuidador que le traiga la pasta de dientes, el bálsamo labial, la loción y el champú seco. Utilizar tus propios artículos suele ser algo maravilloso.
Publica imágenes de tus seres queridos y amigos
Cuando te sientas solo o triste, ver las caras de tus seres queridos en tu habitación puede inspirarte y reconfortarte.
Pasa el tiempo dedicándote a algo que te guste
En el hospital, las cosas pueden volverse aburridas. Prueba a hacer puzzles y libros para colorear para adultos, teje, lleva un diario, lee tu libro o revista favorita, ve un programa de humor o una película.
Ten cerca tu ordenador portátil o dispositivo móvil
Estar al día de las noticias, el correo electrónico e incluso las redes sociales puede hacerte sentir más parte del mundo exterior. Llama también a tus amigos.
Poner música en streaming en el hospital
Puedes bajar la presión arterial y el pulso mientras escuchas música. Pide a tu cuidador unos auriculares.
¿No tiene energía para leer?
Escuche un libro en audio. La lectura o la escucha de un libro puede ser una forma de entretenimiento agradable.
Medita en el cuarto del hospital
Puedes controlar el malestar y la tensión mental que conlleva tener una enfermedad practicando la meditación.
Con la ayuda de un médico, levántese de la cama
Siempre que pueda a lo largo del día, reclínese en una silla. Da paseos rápidos por el pasillo, si tu médico te ha dado el visto bueno. Cuanto más se mueva, más rápida será su recuperación.
Recuerda que más que una buena apariencia de los elementos para un diseño de hospitales perfecto, es importante conocer cómo pueden sentirse cómodos los pacientes dentro del mismo.
