Una de las principales consecuencias que trajo a su llegada el COVID-19 en el 2020, ha sido la alteración del aprendizaje y la enseñanza tradicionales en el aula. Se han tenido que adoptar nuevas técnicas y métodos de enseñanza. Se tiene que dejar de desear volver a las aulas tradicionales y centrar la mayor energía en las posibilidades de aprendizaje virtual y las estrategias de enseñanza más potentes que se tienen de ahora delante.
Se ha aprendido mucho con el modelo a distancia, pero se puede mejorar aún más la enseñanza actual si se decide optar por el aprendizaje virtual de manera definitiva. El enfoque virtual es uno que se puede, y desde nuestro punto de vista, se debe llevar al aula física cuando las clases presenciales regresen.
¿Qué se ha aprendido?
El aprendizaje a distancia ha significado tratar de recrear la enseñanza tradicional en línea. El aprendizaje a distancia intenta reproducir la organización, los materiales y las actividades en un espacio físico diferente. Por ejemplo, la mayoría de las escuelas han seguido organizando a los profesores y a los alumnos en agrupaciones de clases y siguiendo horarios escolares modificados, tratando de reproducir las interacciones tradicionales entre profesores y alumnos en las clases en línea.
Muchos profesores han sido creativos en sus clases online y sus esfuerzos destacan las interacciones de aprendizaje esenciales. Por ejemplo:
- La importancia de las relaciones entre alumnos y profesores
- El valor de las interacciones entre alumnos.
Los profesores han recreado con éxito muchas de las estructuras de aprendizaje de los alumnos en grupos pequeños que apoyan el aprendizaje colaborativo y de alto nivel. Estas historias de éxito de la enseñanza a distancia revelan el poder de la imaginación de los profesores y la importancia de la innovación a la hora de adaptarse al cambio.
Pero, ¿qué pasará con estas prácticas de enseñanza a distancia cuando los alumnos y los profesores vuelvan a la enseñanza tradicional?
El aprendizaje virtual no es “extra” o “lo mismo, pero en línea”. Es una experiencia de aprendizaje diferente. Una distinción importante del uso del término “aprendizaje virtual” es que no solo se trata de una actividad tradicional en el aula trasladada a la red, sino que es una experiencia de aprendizaje integrada en el plan de estudios que está diseñada específicamente para ser experimentada en línea. Vive en línea independientemente de si el aula es presencial o remota. Los estudiantes participan en procesos y resultados de aprendizaje básicos en una secuencia de instrucción de aprendizaje virtual, que requerirá diferentes tipos de tecnologías informáticas.
El aprendizaje virtual personaliza la experiencia del estudiante
Otra distinción clave del aprendizaje virtual es que está diseñado para individualizar las experiencias de aprendizaje, aunque se pueda experimentar con otros.
El aprendizaje virtual también fue nuevo, en su momento, para los profesores. Los profesores necesitaron de formación profesional en este enfoque educativo. En su mayoría, los docentes aprendieron nuevas estrategias principalmente para las clases presenciales. El desarrollo de conocimientos y estrategias de enseñanza debe integrarse con el aprendizaje virtual como enfoque pedagógico, en el que las paredes de un salón de clases se derrumban y surgen vías de aprendizaje individuales para los alumnos en espacios virtuales.
El aprendizaje virtual no depende de la ubicación y abre nuevas e innovadoras posibilidades, que pueden incorporarse a cualquier formato educativo cuando los estudiantes y los profesores cuentan con todos los recursos de la tecnología del siglo XXI y el desarrollo profesional.
Ya sea de forma presencial, a distancia o virtual, la pandemia ha puesto de manifiesto las crecientes desigualdades de nuestro sistema educativo. Ahora podemos ver más fácilmente dónde la financiación de las escuelas y las infraestructuras de la comunidad han hecho que la conexión a distancia sea casi imposible.
Mientras que algunos estudiantes han perdido oportunidades educativas debido a las disparidades estructurales y a la falta de recursos, otros estudiantes tienen profesores en casa o trabajan en grupos de aprendizaje para apoyar y complementar su aprendizaje a distancia. Es más probable que las escuelas de estos estudiantes cuenten con la financiación necesaria para que puedan continuar con asignaturas especiales y participar en actividades extracurriculares.
Es esencial que no solo se piense en cómo volver a la “normalidad”, sino también en cómo se deben rediseñar las experiencias y oportunidades de aprendizaje para compensar las que se han perdido para tantos estudiantes.
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