A la hora de elegir una universidad, hay que pensar en muchas cosas. La ubicación. El tamaño. ¿Pública o privada? Por supuesto, somos un poco parciales en esto último, pero tenemos buenas razones para serlo. Aquí están algunas razones principales por las que creemos que una escuela privada es el camino a seguir.
1. No es tan cara como crees
El hecho de que una universidad privada tenga un precio más elevado que una pública no significa necesariamente que vayas a pagar más. Las universidades privadas se esfuerzan por ofrecer becas y ayudas financieras para que su escuela sea accesible para las familias.
2. Clases más pequeñas
Las clases pequeñas significan que los profesores y los estudiantes conocerán tu nombre y será más fácil participar y hacer preguntas. Si estás pensando en estudiar diseño grafico carrera, arquitectura o alguna licenciatura que implique mucha asesoría de un docente, te sugiero consideres seriamente una universidad privada donde puedas tener más acercamiento a tus maestros.
3. Profesores, no asistentes graduados
Con las clases más pequeñas y la mayor proporción de profesores por estudiante en las universidades privadas, los profesores te conocen. Incluso pueden pedirte que les ayudes con su proyecto de investigación. Los graduados de escuelas privadas suelen hablar de cómo sus profesores aumentaron su confianza y cambiaron su trayectoria profesional.
4. Conexiones, conexiones, conexiones
Hablando de eso, es más fácil conseguir una referencia sólida y brillante de un profesor que te conoce. Las empresas locales suelen dirigirse a los profesores de las escuelas cuando buscan contratar a candidatos de calidad para prácticas y puestos de trabajo. El noventa y tres por ciento de los graduados de universidades privadas están empleados o en la escuela de posgrado un año después de la graduación.
5. Entrada directa a las carreras
En muchas escuelas públicas, el gran número de alumnos por clase significa que puedes entrar en la universidad, pero tienes que solicitar por separado tu programa de especialización, especialmente si es uno competitivo. En muchas universidades privadas, la mayoría de las carreras son de inscripción abierta, lo que significa que puedes ser admitido automáticamente en la carrera de tu elección y empezar a perseguir tu pasión y tu carrera desde el primer día.
6. Redes de ex alumnos más estrechas
Los grupos de ex alumnos de las universidades privadas tienden a ser más pequeños y a estar bien conectados, lo que también puede ayudarte a encontrar trabajo. Los antiguos alumnos de las escuelas trabajan en las principales empresas y organizaciones sin ánimo de lucro de todo el mundo.
7. Hogar lejos de casa
Prepárate para una comunidad muy unida. Muchas universidades privadas son mucho más pequeñas que sus homólogas estatales. No tenemos que decirte que es más fácil conocer a otros estudiantes de un cuerpo estudiantil de 3.000 en comparación con 30.000. Además, las escuelas cuentan con un montón de actividades muy concurridas, tradiciones divertidas en las residencias, clubes y ministerios que ayudan a sentirse como en casa.
8. Más oportunidades para hacer un cambio
¿Quieres dirigir un club o ser presidente de los Estudiantes Asociados a las Universidades? El pequeño tamaño de una universidad privada hace que sea más fácil convertirse en un líder del campus. Las escuelas tienen cientos de puestos de liderazgo en el campus, e incluso tiene un club donde los estudiantes pueden invertir parte del dinero de la Universidad – ¡eso sí que es responsabilidad!
9. La opción de perseguir la fe dentro del aula
Puedes encontrar clubes relacionados con la fe en las universidades públicas. Pero si buscas una experiencia de fe integral en la universidad, una universidad privada basada en la fe puede ser una buena opción para ti. Los estudiantes pueden provenir de cualquier fe, pero puedes explora o profundiza en las religiones dentro de las aulas.
