Realice una autoevaluación
Una buena evaluación de tu personalidad define el tipo de trabajo en el que encajarías. Y no estamos hablando de hacer un test de personalidad profesional al azar y hacer lo que te diga: esos tests suelen ser poco realistas y no pueden dibujar una imagen clara de lo que realmente te motiva. También debes tener en cuenta cuanto tiempo le querrás dar a tu carrera. Te recomendamos las licenciaturas mixtas que son más flexibles.
En lugar de eso, hazte las siguientes preguntas y deja que tus respuestas guíen tu búsqueda de carrera.
¿Qué le motiva?
El primer paso para evaluar tu personalidad es averiguar qué te motiva. Si no puede responder a esa pregunta por sí mismo, recurra a amigos, familiares y colegas para comprender cuál es su fuerza motriz. ¿Cuándo reconocen que se te iluminan los ojos? Puede que sea después de ayudar a alguien o cuando has resuelto un problema difícil. Entender qué es lo que te da energía puede ayudarte a orientar tu carrera profesional en la dirección correcta.
Evalúa tus habilidades
Algunos trabajos requieren aptitudes interpersonales, como la comunicación y la personalidad, mientras que otros exigen un conjunto concreto de aptitudes académicas. Por ejemplo, los trabajos técnicos exigen automáticamente una mentalidad analítica. No puedes optar a un puesto de investigación científica si tu única formación es en historia del arte. Si quieres cambiar de profesión, no pasa nada, pero ten en cuenta que es probable que necesites formación adicional.
Comprende tus debilidades y aversiones
Sé consciente de ti mismo y averigua cuáles son tus principales puntos débiles y lo que no te gusta. Puede que te des cuenta de que no sabes delegar o de que odias la colaboración en equipo. Tendrás que reconocer cuáles son tus puntos débiles o tus aversiones. Por ejemplo, si no te gusta hablar con la gente, probablemente no quieras plantearte una carrera en atención al cliente.
Haz una lista de posibles carreras a explorar
Una de las cosas más desalentadoras a la hora de elegir una profesión es escoger UN solo trabajo… que se supone que vas a hacer el resto de tu vida.
“¿Y si decido que odio hacer X? ¿Podré dedicarme a otra cosa?
“¿Y si quiero cambiar de profesión dentro de unos años? ¿Qué hago entonces?”
“¿Y si me gusta hacer MUCHAS cosas y no puedo decidir dónde centrarme?”.
Empieza por hacer una lista de TODAS las profesiones y puestos de trabajo que podrían interesarte.
Escribe todo lo que quieras explorar.
¿Te parece divertido escribir textos publicitarios? Añádelo a la lista.
¿Te imaginas como director de marketing? Anótalo.
¿Conoces a alguien que se dedique a las ventas internas y lo que hace suena bien? Ponlo en la página.
¿Has soñado con la idea de ser panadero? Nada es demasiado irreal. Escríbelo.
Investiga tus principales opciones profesionales
Una vez que hayas seleccionado provisionalmente algunos puestos de trabajo, es hora de investigar a fondo. Aquí es donde pasas de “Hmm… suena interesante” a comprender realmente de qué trata el trabajo.
Utilicemos el puesto de “ingeniero” como ejemplo de lo que debes buscar.
Lo primero que querrás hacer es obtener una visión general del trabajo:
¿Qué hacen realmente los ingenieros?
¿Cuáles son los distintos tipos de ingenieros (petroleros, eléctricos, civiles…)?
¿Para qué tipo de empresas trabajan?
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