El aprendizaje en línea puede ser genial, pero es posible que no funcione como debería. Aquí hay algunas realidades hilarantes de estudiar en línea.
Cuando se trata de estudiar en línea, probablemente esperas que las cosas salgan bien como en las clases físicas. Sin embargo, como dice Thanos, “la realidad suele ser decepcionante”.
Aquí hay algunas formas divertidas de cómo la realidad de estudiar en línea choca con las expectativas. ¡Prepárate, porque probablemente te hayas encontrado con algunos de ellos!
#1. Cuando necesitas encontrar un lugar con buena conexión a internet
Conectividad a Internet, la vida de una sesión en línea con tus amigos y profesores. Piensas que simplemente te sentarías en tu mesa para unirte a la sesión en línea sin ningún dolor, hasta que comienzas a escuchar ruidos muy entrecortados.
La incomodidad comienza cuando se le pide que sostenga su teléfono en busca de una señal y camine con su cámara capturando cada parte de su casa. ¡Solo en ese cierto gotcha! ¿Cuál es el lugar en el que su conexión se vuelve estable, pero probablemente se esté apoyando en una posición incómoda por el resto de la sesión?
Qué manera de matar dos pájaros de un tiro: hacer ejercicio mientras asiste a clase.
#2. Cuando las llamadas de Zoom no están a la altura de sus expectativas
A estas alturas, probablemente no seas ajeno a tener tus clases en Zoom. Después de todo, es una excelente manera para que los maestros impartan sus conocimientos y se comuniquen con prácticamente todos, al estudiar en línea.
Todo va bien hasta que tu profesor deja de hablar de repente y te quedas mirando una pantalla congelada. ¡Empiezas a agitar las manos hacia la pantalla y te das cuenta de que has estado desconectado durante los últimos 5 minutos!
En serio, si tan solo pudiéramos tener la velocidad de Internet de los piratas informáticos de películas las 24 horas del día, los 7 días de la semana, entonces tal vez puedas tenerla.
#3. Cuando necesita lidiar con un retraso grave en Kahoot
Probablemente no seas ajeno a los cuestionarios en línea. A los maestros les encanta incluirlos como parte del estudiar en línea para mejorar la lección y evaluar sus conocimientos. Además, ¿a quién no le encanta usar alias frívolos en Kahoot y ver su nombre subir a la cima de la tabla de clasificación?
Todo está bien hasta que escuchas el cambio de música de Kahoot, lo que indica que la pantalla de respuesta está encendida mientras que todo lo que ves es una pantalla de espera congelada. “Profesor, ¡la página siguiente no carga lah !” gritas.
La verdad es que no todos van a tener una conexión a Internet ininterrumpida durante una lección en línea, lo que hace que algunas personas pasen a la siguiente pregunta mientras que otras se quedan atascadas esperando que se cargue la pregunta. Esto significa que las puntuaciones no son del todo exactas. Y aunque esto no contará en tus calificaciones, sigue siendo bastante injusto (¡uf!)
#4. Cuando te sientes demasiado cómodo al estudiar en línea
Es fácil distraerse mientras asiste a clases en línea. Probablemente, te estés desplazando por las redes sociales o teniendo conversaciones privadas con tus compañeros de clase mientras tu profesor habla y habla.
Todo está en orden cuando, de repente, tu profesor hace una pregunta a la clase y todos se quedan en silencio. Tu pobre maestro casi está rogando que alguien encienda su micrófono para hablar, pero al igual que tú, la mayoría de tus compañeros probablemente también estaban absortos en otras actividades. ¡Ups!
#5. Cuando estás atrapado por la ilusión de no tener plazos
En teoría, estudiar en línea significan más flexibilidad en tu horario. Claro, hacer que tu maestro brinde clases en un momento en el que todos se sientan cómodos no es un problema. Pero completar todas las tareas a tiempo es otra cosa, dada la variedad de distracciones.
Todos sabemos que la autodisciplina es clave, pero es muy difícil resistirse a la comodidad de tu sofá.
#6. Cuando te dicen que te “vistas formalmente” para una sesión en línea
¿No te encantan las reuniones en línea? Relajarte y escuchar a tu maestro hablar mientras tomas algunas notas y trabajas en algunos ejercicios.
De repente, el maestro saca una actividad en línea de la nada, ¡lo que requiere que enciendas tu cámara! Chico, oh chico… todavía estás en pijama y tu cabello parece un nido de pájaro, pero enciendes la cámara de todos modos.
¡Afortunadamente, tu maestro no parece estar tan sorprendido!
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